Tal y como comentábamos anteriormente, la labor de los fisioterapeutas es muy importante durante el proceso de embarazo, pero no debe ser olvidada tampoco nuestra figura durante el postparto, e incluso en el parto. Cada vez existen más centros en los que el fisioterapeuta es una figura importante en el paritorio, y cada vez existen más mamás que deciden llevarse a su fisioterapeuta con ellas en el momento del parto.
Prevención
En cuanto al parto, nosotros no podemos asegurar un parto rápido e indoloro, pero si podemos ayudar enseñando previamente las posiciones de la pelvis que ayudan a abrir los estrechos, y como usarlas adecuadamente según la fase del parto en la que nos encontremos. Podremos trabajar la elasticidad y flexibilidad de la zona a través del masaje perineal, y también recomendaremos ciertas posturas de parto según las necesidades fisiológicas de la madre (las posturas verticales son menos utilizadas pero resultan más rápidas y menos dolorosas que los horizontales, puesto que actúan a favor de gravedad).
A pesar de que la fisioterapia en el preparto puede minimizar los daños en el suelo pélvico durante el parto, el sobreestiramiento y compresión que sufren sus fibras musculares tienden a debilitarlo (pudiéndose ver afectado incluso a nivel nervioso, fascial o vascular). Desde nuestro punto de vista, una valoración del suelo pélvico obstétrico y su posterior tratamiento pasada la cuarentena podrá evitar la aparición patologías como incontinencia urinaria, prolapsos, dolor o disfunción sexual, etc.
Factores de riesgo
Existen factores de riesgo que pueden aumentar el índice de dichas patologías, como son los partos instrumentales, las episiotomías, partos múltiples o niños de alto peso, o las distocias. Las disctocias son alteraciones en el proceso expulsivo del parto, que pueden darse por la propia alteración de las fuerzas expulsivas (a nivel de las contracciones uterinas), por una incapacidad de la pelvis de abrir correctamente los estrechos, o por una mala posición del feto en el momento de la expulsión (mala posición de la cabeza, parto de nalgas,..). En este último aspecto, podemos intentar ayudar en la recolocación del feto con trabajo postural antes del parto.
Aunque la figura del fisioterapeuta como tal no entrará hasta pasada la cuarentena (como comentábamos anteriormente), nuestras indicaciones durante estos días de recuperación serán también importantes para acelerar este proceso. Posteriormente, nos centraremos en recuperar la funcionalidad del suelo pélvico y del transverso del abdomen para evitar las posteriores patologías (reduciendo los puntos dolorosos, y recuperando la amplitud de movimiento y el tono del periné obstétrico). Y, por supuesto, el reacondicionamiento mediante ejercicio terapéutico en el postparto será tan importante como en el preparto para conseguir estos objetivos.